Muchas gracias.
Asisto emocinado en estos días a la atención de una de nuestras peticiones más sinceras. Fue hace ya más de dos años (madre mía, cómo pasa ...
Asisto emocinado en estos días a la atención de una de nuestras peticiones más sinceras. Fue hace ya más de dos años (madre mía, cómo pasa el tiempo). Lluís Comerón acababa de ser elegido presidente del CSCAE en unos momentos convulsos en la relación Cataluña-Resto de España, y ante su anuncio (amenaza para algunos) de promover una ley nacional de Arquitectura, pedíamos que hiciese algo más fructífero para todos los profesionales: una serie de televisión basada en arquitectos.
Si no lo leíste en su momento (lo más probable), puedes hacerlo en este enlace:
https://2g-asesoramiento.blogspot.com/2017/12/lluis-no-queremos-una-ley-queremos-una.html
Por fin tenemos esa serie. Pero no es producida por Atresmedia, Mediaset o Netflix. Es El País quien se está encargando de ofrecer, por capítulos, la mejor serie sobre arquitectos que nos podríamos imaginar. Luchas de poder, profesionales que ejercen al margen de la ley, una guapa protagonista que al final resulta que es la mala, intereses políticos... Si esto no consigue enganchar a nadie, estamos perdidos.
En el fondo, lo que muestra esta historia, es que, como historia, siempre se repite. Y lo que se repite no es más que un turbio ambiente que envuelve, en muchos casos, unas gestiones opacas que se disfrazan de transparencia y que sólo saltan a la luz cuando las luchas de poder, o lo que es lo mismo, las luchas por el sillón, o lo que es lo mismo, las luchas por las asignaciones económicas enfrentan a grupos o personas con ciertos contactos en la prensa. Recordemos la historia publicada por Carlos Mármol sobre todo lo que ocurrió en el COA de Sevilla :
A río revuelto, ganacias de pescadores. Quizá en el Congreso de Arquitectura de 2020 se deba replantear el modelo de gestión de nuestras asociaciones profesionales, denominadas colegios.
Post a Comment: